«Cuando tenía alrededor de diez años, pensaba en la diferencia entre el perro que estaba durmiendo al lado de la chimenea y la vaca que estaba al otro lado de la carretera, en el campo y bajo la lluvia. ¿Cuál es la diferencia moralmente relevante que justifique que me coma a una y no al otro?, me pregunté. Pero no obtuve la respuesta».

Así comenzaba su charla Tobias Leenaert, autor de «Hacia un futuro vegano», en la presentación de su libro en Madrid, que tuvo lugar el sábado 9 de junio. La editorial Plaza y Valdés lo ha editado por primera vez en España y los beneficios irán destinados a Igualdad Animal.  

Tobias Leenaert es cofundador de ProVeg Internacional y EVA (Ethical Vegetarian Alternative), autor del blog The Vegan Strategist y un activista con amplia experiencia en comunicación y formación para la defensa de los derechos animales y el veganismo.

En la presentación hizo una crítica constructiva sobre el movimiento vegano y compartió los cuatro ingredientes que, a su juicio, deberían «sazonarlo»:

Apertura de mente

Consiste en pensar las cosas dos veces antes de hablar. En repensar, en no presuponer, en evitar prejuicios, en practicar lo que Tobias llama slow opinion. Necesitamos ser menos Gary Yourofsky y más Thich Nhat Hanh. O sea, menos intransigentes y más tolerantes.

Empatía

Si algo caracteriza a los veganos es la capacidad de identificarnos con los demás y compartir sus sentimientos. Pero ¿si tanto empatizamos con los animales de otras especies, por qué a veces nos cuesta tanto hacerlo con la nuestra? Tenemos que ponernos en el lugar del otro, sobre todo de aquel que no piensa como nosotros.

Racionalidad

A veces pecamos de «vegalómanos» y puritanos: sostenemos que la dieta vegana lo cura todo y analizamos el grado de veganismo de personas y organizaciones. La alimentación perfecta no existe y el vegano perfecto tampoco. Este tipo de afirmaciones son exageradas y nos restan credibilidad, están basadas en nuestras emociones.  

Positividad

No, el vegano perfecto no existe. ¿Qué clase concepto es ese? Lo que nos importa, como recuerda el autor, es crear un mundo vegano, no un club vegano. De ahí la importancia de convertirnos en un movimiento inclusivo. Un movimiento tolerante y con actitud positiva, que allane el camino y celebre los granitos de arena que cada uno va aportando.

 

Según Tobias, alguien que se hace llamar «policía vegano» dijo que «Hacia un futuro vegano» es un libro que todo el mundo debería evitar. Pero si queremos que más gente rechace o reduzca el consumo de productos animales, tendremos que leer, seguir preguntando, dialogando y autocriticarnos más. Hagamos de Hansel y Gretel, marquemos el camino… hacia un futuro vegano.

 

Artículo escrito por Aída Cerón para ProVeg España.

Fotografía de Aída Lídice Lueje