Inspiración
Patrick Lange: excarnicero, vegetariano y campeón del Ironman de Hawái
octubre 19, 2018
Esta no es una historia al uso. Sin embargo tiene un final feliz. Érase un joven alemán, de nombre Patrick y apellido Lange, que creció, como casi todos, en un ambiente donde imperaba el «carnismo». Pero a pesar de todo se hizo vegetariano y consiguió llegar al podio de una de las pruebas deportivas más duras del mundo: el Ironman de Hawái.
Dicen que trabajó en la carnicería de su tío y la experiencia le marcó de por vida. Tanto fue así que acabó haciéndose vegetariano –«Si entras a un matadero tarde o temprano te haces vegetariano. Ya lo cantaba Paul McCartney», aseguró en una entrevista–. Además, ha conseguido demostrarle al mundo que en el deporte se rinde igual o mejor con este tipo de alimentación:
«Cuando me hice vegetariano, mi cuerpo se volvió más y más poderoso. La cantidad de tiempo que necesitaba para recuperarme se redujo, ya que empecé a pensar más en lo que estaba comiendo».
El triatleta acaba de ganar por segundo año consecutivo el Ironman de Hawái. La prueba consiste en 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie. El tiempo límite para completarla son 17 horas, pero Lange ha batido de nuevo un récord. El alemán cruzó la línea de meta tras 7 horas, 52 minutos y 39 segundos. Una hazaña hasta el momento única en la historia del triatlón.
El hecho de que sea vegetariano ha sido destacado en la mayoría de los titulares. Todavía hay mucho camino por recorrer en este sentido. No cabe duda, sin embargo, que los atletas vegetarianos y veganos de la talla de Patrick Lange van a contribuir a su normalización. Cada vez más, copan las portadas de los medios de comunicación demostrando que los alimentos de origen animal no son necesarios para tener un rendimiento óptimo en el deporte.
¿Quieres comprobarlo? Empieza por el desayuno que, según El Mundo, suele tomar Lange: copos de trigo y avena con frutos secos, coco rallado y semillas de girasol remojadas en leche de almendras. Bon appétit!
Artículo escrito por Aída Cerón para ProVeg España.