Inspiración
‘Hacia un futuro vegano’: un enfoque pragmático o por qué para llegar a la cima hay que ir paso a paso
julio 5, 2022
Puede que te suene de algo el título “Hacia un futuro vegano”, de Tobias Leenaert. Hace un tiempo publicamos un artículo sobre su presentación en España, y desde entonces ha recibido muchos apoyos y se ha convertido en un referente. Cuatro años después sigue siendo un libro indispensable para muchos por su enfoque pragmático, directo y efectivo. Y es que, según el autor, uno de los mayores retos que se le plantean a las sociedades contemporáneas es dejar de depender tanto del consumo de productos animales y de la industria que resulta tan problemática a muchos efectos.
Este libro va destinado a todas aquellas personas que quieren crear un mundo mejor para los animales. En él se abordan las estrategias, los objetivos y las herramientas comunicativas del movimiento vegano y animalista desde un punto de vista pragmático. Sin duda, un libro en el que se recogen muchas ideas, insights y perspectivas de gran utilidad para activistas, líderes de organizaciones y emprendedores relacionados con la protección animal.
Tobias Leenaert, su autor, es cofundador de ProVeg International y de la organización belga Ethical Vegetarian Alternative (ahora ProVeg Bélgica), y pretende mostrar los diferentes discursos y caminos para llegar a “Villavegana”, la ciudad imaginaria libre de consumo animal sobre la que se articula el libro.
El libro está dividido en 6 capítulos a través de los cuales por medio de una metáfora se nos acerca a ‘Villavegana’. Los capítulos funcionan como pasos en el camino:
- Tomar conciencia sobre la situación actual.
- Saber cómo hacer la llamada a la acción.
- Preguntarnos por los argumentos que debemos usar.
- Analizars el entorno.
- Tener más claro cómo definir el veganismo y cómo apoyar a la gente que decide seguir este camino.
- Asegurarnos de que la adopción de este cambio sea sostenible para las personas que ya han dado el paso.
Leenaert percibe este cambio como un futuro cercano, y cree que esta filosofía de vida llegará a gran parte de la población mucho antes de lo que pensamos. Es cuestión de seguir el camino, de informarse y animar a otras personas a hacerse preguntas.
Ser una persona vegana ahora es mucho más fácil que antes, pues la variedad, la calidad y la accesibilidad a todo tipo de productos ha mejorado muchísimo, y por ello la importancia de seguir alentando al sector privado para que la oferta vegetal sea cada vez mayor. Como todavía dependemos en gran medida de los animales, para cambiar esta situación tradicionalmente se ha intentado cambiar las actitudes de las personas y motivarlas a cambiar sus hábitos. Pero realmente el reto está, además de en un cambio a nivel sistemático, en hacer que ese cambio de hábitos se pueda producir de una forma fácil para que las motivaciones no sean el único factor decisivo. Precisamente este es uno de los objetivos de ProVeg: influir tanto en las personas como en los gobiernos, instituciones públicas, empresas privadas, profesionales médicos, etc. para que haya un cambio coordinado, efectivo y real.
El libro, al igual que ProVeg, se centra en cómo fomentar un descenso del consumo de carne y la producción animal, ya que estos provocan el 20 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y el 99 % de las muertes animales.
Por el medioambiente
Entre las razones principales para instar a la gente a seguir una dieta vegetal está el problema que las dietas basadas en productos animales le suponen al medioambiente. La ganadería es una de las mayores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de influir negativamente en la contaminación del agua y la deforestación (por las talas masivas de bosques para crear prados de pasto y granjas industriales).
Por los animales
A la hora de luchar por esta causa es importante recordar que es peculiar y se aprecian claras diferencias con respecto a otras iniciativas. Sí, puede tener similitudes con la abolición de la esclavitud, la liberación de la mujer, la lucha contra el racismo o el reconocimiento de los derechos de los homosexuales, pero los animales no son personas y estamos luchando sin ellos porque no tienen voz. Es fundamental aceptar esto último porque de ello depende el enfoque que le demos a la comunicación a la hora de cambiar hábitos, costumbres y formas de vivir tan arraigados. Aquí es donde el pragmatismo tiene más importancia que nunca, ya que es un reto que lleva su tiempo y en el cual es importante seguir la dirección correcta y no tanto la velocidad. Y con el pragmatismo, también la efectividad: ser efectivos es la única forma en la que podemos lograr disminuir el sufrimiento de los animales en el menor tiempo posible.
Es importante hacer lo oportuno dependiendo de la situación para poder tener más repercusión y desde ProVeg te queremos acompañar en ese camino. Te animamos a participar en iniciativas como el Veggie Challenge o la Semana sin carne; y si ya has participado en nuestras iniciativas y eres una parte activa de este estilo de vida, te agradeceremos mucho que las compartas y sigas siendo parte del cambio.