Un reciente estudio cuantificó las emisiones de 35 gigantes de la industria ganadera. La conclusión es que la producción y el consumo de carne y productos lácteos está calentando nuestro planeta.

La agricultura producirá el 52% de gases de efecto invernadero (GEI) en las próximas décadas. Pero de este porcentaje, el 70% provendrá de la carne y los lácteos. Con el nuevo informe de GRAIN se siguen sumando evidencias de la huella ambiental que genera la ganadería. En conjunto las cinco principales empresas cárnicas y lácteas del mundo contaminan más que las petroleras ExxonMObil, Shell o BP.   

De acuerdo al informe, uno de los principales factores que favorece la tendencia es la escasa divulgación de sus GEI. De las 35 gigantes de la carne y lácteos evaluados, solo 4 informan emisiones creíbles. Este hecho ha sido denunciado  previamente porque amenaza los objetivos climáticos y la sostenibilidad ambiental.

Pero no todos los países producen y consumen carne y lácteos de la misma forma. La participación desproporcionada se concentra en EE. UU., Europa, Canadá, Brasil, Argentina, Australia, Nueva Zelanda y China. Estos países representan el 43% de las emisiones globales de la producción de carne y productos lácteos, a pesar de que albergan solo el 15% de la población mundial.

La industria ganadera tiene perspectivas de crecimiento, una contradicción directa para afrontar el cambio climático. Hacia 2050 debemos reducir las emisiones globales de 51 gigatoneladas a 13 gigatoneladas. De seguir por este camino, el sector ganadero podría consumir hasta el 80% del presupuesto permitido de GEI en tan sólo 32 años.

El mensaje de GRAIN es claro: debemos reducir la producción y el consumo de carne y lácteos. Lo que decidimos comer, como individuos y como sociedad, es una de las herramientas más poderosas que tenemos en la lucha contra el cambio climático.

Fuente: Artículo original

Artículo escrito por la bióloga Mayely Paola Sánchez para ProVeg España