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Vacunas y otro métodos para reducir el metano de las vacas, parches que no ayudarán a combatir la crisis climática

Proveg insiste en la necesidad de invertir en el potencial de las proteínas alternativas

Madrid, 23 de mayo de 2023 

Los parches tecnológicos para reducir la cantidad de metano liberado a la atmósfera por la industria ganadera no ofrecen soluciones a largo plazo para frenar el cambio climático, según ha declarado la organización por la conciencia alimentaria ProVeg International en una conferencia celebrada en Estados Unidos.

Las ideas propuestas, como la de usar vacunas o la cría selectiva y aditivos alimentarios como las algas marinas para reducir el metano de vacas y ovejas, no serán tan eficaces como para reducir el metano a largo plazo. En su lugar, hay que centrarse en reducir el número de animales usados para la cría y el consumo de carne, propuso ProVeg en la Cumbre AIM for Climate celebrada este mes en Washington D.C. En la cumbre se reunieron partes interesadas de los sectores público y privado para debatir soluciones orientadas al clima y oportunidades de inversión en sistemas alimentarios y agrícolas. 

El metano, un potente gas de efecto invernadero, se emite en gran medida a la atmósfera a través de la cría de animales. El ganado, especialmente los rumiantes como vacas y ovejas, contribuyen con un total del 32 % de las emisiones mundiales de metano

Raphaël Podselver, Director de Asuntos de la ONU de ProVeg International, ha declarado: “La mayoría de las soluciones potenciales aún no han llegado al mercado y puede que aún falten años para que lo hagan porque aún están en fase de desarrollo”.

Además, Podselver afirmó que la industria ganadera podría usar esos “apaños” para dar a entender que se están reduciendo las emisiones cuando en realidad no es así. 

“El uso de estas soluciones técnicas podría verse como un intento de greenwashing para continuar con las prácticas actuales, aumentando potencialmente la producción de la ganadería industrial y haciéndolos parecer más respetuosos con el medio ambiente”, afirmó. 

Entre las innovaciones técnicas que se proponen actualmente para reducir el metano figuran:

Vacunas contra todos los microorganismos que producen metano en los rumiantes. Estas vacunas pueden reducir las emisiones de metano hasta cierto punto. Sin embargo, los estudios realizados (por ejemplo, en Australia) han arrojado resultados dispares y algunos han mostrado una mayor emisión de metano tras la vacunación.

Cría selectiva de ovejas. Se ha observado una reducción de las emisiones de metano del 10 % en tres generaciones. Sin embargo, la cría lleva su tiempo: los primeros resultados en la UE han revelado que la cría de vacas con bajas emisiones de metano también podría seleccionar animales menos eficientes. 

Utilización de algas como alimento. Puede reducir el metano hasta en un 80 %, pero la mayoría de los estudios con algas implican un número reducido de animales y una duración máxima de seis meses. Además, el uso de algas puede entrañar riesgos para la salud y el medio ambiente. 

Los alimentos de origen vegetal emiten la mitad de gases de efecto invernadero que los de origen animal, por lo que su fomento y consumo son más eficaces para reducir el metano a largo plazo, además de las otras muchas ventajas que conlleva su consumo. 

“Es vital dejar de centrarnos en soluciones técnicas para la industria animal y buscar la forma de potenciar las proteínas alternativas, ya sea mediante la investigación y el desarrollo, el marketing, una mayor contratación pública o campañas de educación”, afirmó Podselver.

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