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Colaborando para cambiar la alimentación mundial. Informe del congreso 50by40 de Berlín
mayo 23, 2018
Artículo escrito por Tobias Leenaert en su blog The Vegan Strategist.
La cumbre 50by40 de alcance corporativo, organizada por Proveg International y la Humane Society de Estados Unidos, tuvo lugar el 27,28 y 29 de Abril de 2018 en Berlín. Creo que es un hito para el veganismo. En este post resumiré brevemente algunas de las cosas que aprendí, que recuerdo o que simplemente, quiero compartir.
Los participantes de la cumbre tenían un objetivo en común, el de 50by40, que busca alcanzar una reducción del 50% en la producción de productos animales a nivel mundial para el año 2040. Este objetivo (aunque es algo más ambicioso) está en consonancia con los objetivos de Greenpeace, WWF y Compassion in World Farming, quienes tienen metas similares. La cumbre se organizó para juntar a un gran número de organizaciones del movimiento vegano y animalista y crear una alianza internacional para trabajar juntos en la consecución del objetivo. EL lema de la Conferencia era: “si quieres ir rápido, vete sólo; si quieres llegar lejos, vete acompañado”
Probablemente esta haya sido la conferencia sobre veganismo o derechos de los animales más internacional a la que yo haya asistido nunca, con personas de más de treinta países y seis continentes. La mayoría de los asistentes eran trabajadores de las organizaciones o voluntarios fijos en sus países respectivos. También había algún que otro académico. Aunque la mayor parte de los grupos presentes pertenecían al ámbito del veganismo y animal (también había organizaciones medioambientales como Greenpeace), la idea sería que en un futuro se creara una plataforma más amplia. En realidad se podrían unir un número infinito de participantes para trabajar en pos de la reducción del 50% para el 2040, incluyendo organizaciones de salud, del medioambiente, empresas y gobiernos.
Para mí esta conferencia ha sido la prueba de que hemos crecido y madurado como movimiento. Tanto las personas que allí estuvieron, como el contenido de nuestras charlas dieron cuenta de la cada vez mayor profesionalidad, del enfoque hacia el impacto empresarial, del desarrollo de nuestras habilidades y nuestra pericia e incluso de una creciente introspección para controlar nuestros demonios personales (luego hablaré más de este tema).
Empecé mi charla hablando sobre un incidente que ocurrió en una conferencia vegetariana en los ochenta (creo), cuando los delegados vegetarianos se pusieron enfermos por haber comido alubias poco cocinadas y tuvieron que llevarlos al hospital. Esa pequeña anécdota tenía como propósito mostrar lo lejos que hemos llegado. Porque hubo un tiempo en el que ni siquiera en nuestras propias fiestas podíamos conseguir que nos sirvieran la comida a nuestro gusto y en cambio, hoy, algunos de nosotros estamos mostrando el camino a grandes empresas mundiales de restauración como Sodexos, Compass y Aramarks. Lo que me lleva a los
Caterings
Esta conferencia se trataba sobre todo de lograr un cambio institucional, de hacer cosas que tengan un gran impacto recurriendo a las personas adecuadas. Vimos ejemplos muy impactantes de la mano de Kritie Middleton y Ken Botts, ambos de HSUS. Hasta ahora, el Programa de comida Forward Food de HSUS ha formado a 4000 profesionales culinarios, incluyendo personas de los colegios más prestigiosos. El programa ha contribuido a que 350 millones de menús que antes se hacían con ingredientes animales pasen a ser menús 100% vegetales. Salvando así a más de 140 millones de animales.
Ken Botts es el responsable de la primera cafetería 100% vegana de Estados Unidos (y posiblemente del mundo) en un sitio como la Universidad del Norte de Texas. Gracias a ese éxito, HSUS está trabajando conjuntamente con Aramark y con Compass. Y posteriormente colaborará con Sodexo. Esta colaboración y formación no sólo está sucediendo en EEUU; HSUS ha conectado a sus contactos norteamericanos de cada una de esas empresas de catering con empleados clave de esas mismas empresas en otros países.
El programa pasó del ámbito norteamericano al internacional en apenas un año. Ken Botts sabía que tener un ejemplo de éxito a nivel local les permitiría subir muchos peldaños.
Desde Portugal y de la mano de Nuno Alvim nos llegó otro genial ejemplo de cambio institucional. La Sociedad Vegetariana Portuguesa presionó con éxito para que se aprobara una ley que obligue a las cafeterías públicas a ofrecer una opción vegana. Actualmente, 40% de la comida que se consume en hospitales, por ejemplo, es vegetal.
Después tenemos el ejemplo de Brasil. Por si el éxito de los brasileños con el programa de los Lunes sin carne (a través del cual se ofrecen millones de comidas veganas al año) no fuera suficiente -todo mi reconocimiento a Guilherme Carvalho de la Sociedad Vegetariana Brasileña-; ahora la HSI (Humane Society International), en colaboración con la fiscal del distrito de Bahía ha conseguido que para el 2019, todos los colegios de cuatro ciudades sean 100% vegetales. Sandra Lopes de HSI Brasil nos contó que esta colaboración supondrá ¡23 millones de comidas veganas al año para 33.000 estudiantes de 137 colegios y centros de día!
Hubo más ejemplos y testimonios de Kristin Hölig, Katleen Haefele y Paula Rassman sobre Proveg Alemania y el trabajo que han hecho con colegios y servicios de comida, así como de Alan Darer de Mercy for Animals y de Charlie Hudson, de HSI UK. La mayoría de estos ponentes mencionaron de forma explícita que la palabra “vegano” sigue siendo poco atractiva y sigue dando miedo a sus socios institucionales y que no se les puede abordar con el argumento de los derechos de los animales. Es mejor hablar de proteínas vegetales, comidas vegetales o comida consciente…
“Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres ir lejos, ve acompañado”
Supermercados y Restaurantes
Además de dirigir nuestros esfuerzos hacia las grandes empresas de catering, para que haya un cambio institucional hay que hacer mas cosas. Mahi Klosterhalfen de la Fundación Albert Shweitzer de Alemania, nos habló sobre su sistema de ranking de supermercados y cómo ayuda a estimular la ambición de las compañías creando una sana competición entre ellas. Melani Jaecques, de EVA Bélgica nos proporcionó cifras interesantes, resultado de una investigación a gran escala sobre el consumo de carne en Bélgica y presentó una gráfica que mostraba cómo el consumo de carne en Bélgica parece estar disminuyendo bastante más rápido que en otros países europeos (una de las no muchas cosas de Bélgica de las que puedo enorgullecerme).
Alison Rabshnuk del Good Food Institute (EEUU) habló sobre los rankings de restaurantes. Según GFI, hay grandes oportunidades para proveer alimentos vegetales en el mercado de la comida que se come fuera de casa. El esfuerzo que se realice en ese sentido podría ser especialmente beneficioso, puesto que el 33% de todas las ventas las registran los 100 mejores restaurantes solos. Alison enfatizó que GFI no tiene como objetivo principal ponerles las cosas más fáciles a los veganos (aunque tarde o temprano esa sería una de las consecuencias), sino más bien proporcionar opciones a los flexitarianos. Actualmente, en su tarjeta de puntos Good Food, los restaurantes reciben puntos extra si no utilizan las palabras vegano, vegetariano o sin carne (plantbased está bien) Recomiendan a los restaurantes que sean lo más sutiles posible en cuanto al etiquetado.
Algunas excepciones
No nos engañemos. El reto sigue siendo enorme y lo que nos queda no es precisamente un camino de rosas. Leah Graves Compassion in World Farming EEUU nos advirtió de las denominadas falsas victorias. Más comida vegetal no significa necesariamente menos comida con ingredientes animales. Desde que introdujeron las albóndigas veganas, el consumo de carne en los restaurantes de Ikea, por ejemplo, ha aumentado. Reducir no es fácil para las empresas. Las objeciones que más suelen poner son que no hay demanda y que los productos siguen siendo demasiado caros. Según Leah, si queremos tener éxito, debemos estar abiertos a todo tipo de soluciones incluyendo algunas que no nos gustan como los productos híbridos (ver esta entrevista con Jos Hugense de Meatless).
Mientras que Nathalie Rolland (Universidad de Maastricht) ve sobre todo beneficios en la carne limpia; Arianna Ferrari hizo de abogado del diablo en este tema. Dijo que tenemos cierta tendencia a sobreestimar las ventajas medioambientales de la carne limpia y que los estudios sobre el análisis del ciclo vital muestran un panorama más modesto. Y que tampoco debemos idealizar el progreso tecnológico pues tiene un largo historial de fracasos. Y no debemos perder de vista los peligros y los lados oscuros de los monopolios, las patentes, cuestiones de justicia distributiva y el acceso a las innovaciones. Ariana también tenía preguntas sobre el sufrimiento animal y la carne limpia. ¿Una biopsia es realmente libre de crueldad? ¿La carne limpia no podría perpetuar la asimetría existente entre los humanos y los no-humanos? Sus argumentos no me convencieron del todo pero está muy bien que alguien adopte una postura crítica respecto a un tema tan importante como este.
El auge del este
Me impresionó mucho que hubiera tantas personas y grupos del este asiático y me conmovió lo que está sucediendo en ese rincón tan lejano del mundo. Frando Hakuryu y Haruko Kawano hablaron sobre su trabajo con Vege Project en Japón, y Mavis Chang y Charlene Yeh hablaron sobre las campañas veganas de la Tse-Xin Organic Agriculture Foundation, que organizaron un taller CEVA de Comunicación efectiva para activistas veganos que Melanie Joy y yo impartimos en Taiwan hace poco. También nos hablaron sobre Goal Blue en China y la noche previa a la conferencia nos habían hablado de otros grupos del este asiático. Hazel Zhang me impresionó con su organización con ánimo de lucro, Veg Planet China, que ya tiene unos 15 empleados a sueldo e influye en muchas personas. En el este asiático el movimiento es joven pero está en movimiento y creciendo. También es toda una inspiración ver cómo cada vez más grupos americanos y europeos se están dando cuenta de la importancia de trabajar allí y por eso están ofreciendo su apoyo. Lo que pasa en el este no se queda en el este sino que afectará al mundo entero.
¿Quién es el enemigo?
Sebastian Joy, CEO de Proveg Internacional habló del “impacto colectivo” y qué se necesita para aliarse con éxito: una organización común para coordinar y vertebrar a las demás, una agenda común, criterios compartidos, actividades de refuerzo mutuo y una comunicación abierta y constante.
Aaron Ros, coordinador de la Open Wing Alliance (coalición internacional que trabaja para mejorar las condiciones de vida de los pollos), habló de los retos de trabajar juntos dentro del movimiento vegano. Al parecer, los veganos no sólo comen plantas y a menudo acaban comiéndose entre ellos. Entre las dificultades a las que nos tenemos que enfrentar al trabajar con otros grupos, Aaron mencionó la logística (coordinar recursos y comunicarse con distintas partes del mundo que se encuentran en franjas horarias diferentes), la ideología (qué entendemos por vegano, qué aceptamos de una compañía…), diferencias interpresonales (la posibilidad de no caerse bien aumenta con el paso del tiempo), personalidades difíciles, o falta de cohesión (demasiados gallos en el gallinero).
Durante mi charla expliqué que se puede trabajar con cualquiera y que quizá nuestro mayor enemigo sea… la mala comida vegana (¡gracias por esa respuesta, Eve!). No obstante, Aaron Ross nos dio una respuesta más interesante y más profunda a la pregunta “¿quién es el enemigo?” El enemigo, dijo, lo tenemos dentro. El enemigo es nuestro ego que a veces nos dificulta el compartir las victorias o reconocer el mérito ajeno. A veces, decía Aaron, parece que nos importara más nuestra reputación que ayudar a los animales.
Ari Nessel, defensor del veganismo desde hace mucho tiempo y fundador del movimiento, dio la misma respuesta a la pregunta del enemigo. ¡Tanto el enemigo como la solución somos nosotros! Y para tener éxito no basta con salir fuera, también hay que mirar hacia dentro y desarrollar tanto el corazón como la mente. Ari guió varias sesiones de meditación para los participantes antes y durante la conferencia. Aunque soy muy malo meditando, veo lo útil que puede ser para el desarrollo personal y organizativo y me encanta que tanto él como otras personas estén introduciendo esta idea en el movimiento. Desde luego que sólo seremos capaces de trabajar juntos con éxito en un asunto tan importante como este si somos conscientes de nuestros rasgos menos eficaces. Y lo que es más, quizá aprendamos a ver a quienes consideramos enemigos, como aliados. Como gente que al final está en el mismo barco que nosotros.
Asistimos a otras charlas interesantes como la de Jimmy Pierson de ProvegUK que nos explicó una campaña nueva de “Peak Meat”, Jasmijn de Boo de Proveg Intenacional nos mostró cuántas empresas veggie han sido compradas por empresas cárnicas en el último año más o menos y por qué ello no necesariamente supone un problema. La investigadora Herlen Harwatt explicó una nueva estrategia para acreditar a las empresas que tengan en cuenta la salud, el medioambiente y a los animales. Pablo Moleman y Alexandra Kirsch de ProVeg hablaron sobre presionar a las empresas para que retiren los pequeños ingredientes problemáticos de sus productos lo que podría salvar a muchos animales. Mathias Rohra, Jefe de Operaciones de ProVeg es un hombre que dio el salto del sector lucrativo (trabajaba para Coca Cola) al sector sin ánimo de lucro. A todos nos alegró mucho ver a bastantes personas como él entre el público. No hay duda de que tener de nuestro lado a personas que por experiencia hablan el idioma de los negocios es crucial.
Tuve la sensación de que la conferencia fue el principio. El principio de algo nuevo, algo más poderoso y más fuerte que nada que hayamos visto antes. Creo que si los animales pudieran vernos, estarían orgullosos y esperanzados. Y yo estoy orgulloso de haber formado parte de ello y gracias a ProVeg y a la Humane Society y en especial a David Petersen y Kristie Middleton por haberlo hecho posible.
Parece ser que hemos decidido ir lejos yendo acompañados.
Traducción de Ana Muñoz para ProVeg España.