La ganadería y la crisis climática

El cambio climático es una amenaza para la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua y la biodiversidad a nivel mundial, así como una causa importante de los desastres medioambientales. La producción y el consumo de alimentos de origen animal es uno de los factores principales del cambio climático, mientras que apostar por una dieta basada en plantas ayudar a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. El cambio climático ya se categoriza como una crisis climática mundial. ProVeg crea conciencia sobre la relación entre nuestra alimentación y el cambio climático, y aporta soluciones que hacen que el cambio en la dieta sea más fácil que nunca.

¿Qué es el cambio climático?

Desde el inicio de la industrialización, la media de la temperatura global ha ido aumentando de forma gradual. Numerosas investigaciones han revelado que este incremento se debe a la actividad humana y que el cambio climático está transformando rápidamente el mundo en el que vivimos. Esto ya está afectando al medioambiente, la economía y la sociedad de varias formas y tendrá un impacto cada vez mayor en nuestra vida diaria. Mientras que el cambio climático se caracteriza por cambios progresivos a largo plazo como el aumento lento de las temperaturas y el nivel del mar, también dará lugar a gran cantidad de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, inundaciones y veranos muy calurosos poco habituales. Esto tendrá un efecto negativo en la agricultura, la productividad general y la salud humana. Además, el cambio climático tiene como consecuencia el aumento del número de olas de calor que son especialmente peligrosas para niños y ancianos. 

En 2019, el Parlamento Europeo declaró la emergencia climática y ambiental.

El papel de la ganadería en el cambio climático

La producción de carne, productos lácteos y huevos está entre las principales causas del cambio climático provocado por el ser humano, la erosión del suelo, la contaminación del agua y la pérdida de la biodiversidad. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la ganadería es responsable del 20 %1Xu, X., P. Sharma, S. Shu, et al. (2021): Global greenhouse gas emissions from animal-based foods are twice those of plant-based foods. Nature Food 2(9), 724–732. doi:10.1038/s43016-021-00358-x de las emisiones totales de gases de efecto invernadero y también es la causa de, al menos, la mitad de todas las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los alimentos.2Gerber, P. et al. (2013): Tackling climate change through livestock: a global assessment of emissions and mitigation opportunities. FAO, Rome. En total, el sistema mundial de alimentos supone un 30 % de todas las emisiones producidas por el ser humano.3Vermeulen, S. J. et al. (2012): Climate Change and Food Systems. Annual Review of Environment and Resources 37, p.195–222 4Bajželj, B., J. M. Allwood & J. M. Cullen (2013): Designing Climate Change Mitigation Plans That Add Up. Environ Sci Technol. 47, p.8062–8069 A nivel mundial, las 20 empresas de carne y productos lácteos más importantes emiten más gases de efecto invernadero que toda Alemania.5Heinrich Böll Stiftung, GRAIN & Institute for Agriculture & Trade Policy (2017): Big Meat and Dairy’s supersized Climate Footprint. Available at https://www.grain.org/article/entries/5825-big-meat-and-dairy-s-supersized-climate-footprint [03.03.2018]

Uso del agua

El mundo está inmerso en una crisis de agua. La escasez de agua afecta ya a más del 40 % de la población mundial.6 Guppy, L. & K. Anderson (2017): Water Crisis Report. United Nations University Institute for Water, Environment and Health, Hamilton, Canada. En todo el mundo, la agricultura es el mayor consumidor de agua dulce, ya que utiliza el 70 % del agua dulce para el riego de los campos y para la cría de animales de granja en tierra y en la acuicultura. 7UNESCO, UN-Water (2020): United Nations World Water Development Report 2020:Water and Climate Change, Paris, UNESCO. Además, el cultivo de piensos es responsable del 20 % del gasto mundial de agua dulce. 8FAO (2019): Water use in livestock production systems and supply chains – Guidelines for assessment (Version 1). Livestock Environmental Assessment and Performance (LEAP) Partnership. Rome.

Cuando se habla del uso del agua a menudo se hace referencia a la “huella hídrica”, que indica cuánta agua se necesita para la producción de determinados bienes, como los alimentos. La huella hídrica es una combinación del agua dulce (agua azul) utilizada directamente para la producción que proviene de las aguas subterráneas y superficiales, y el agua procedente de las precipitaciones (agua verde) que se almacena en el suelo y está potencialmente disponible para las plantas. La cantidad de agua en las diferentes categorías depende del producto específico y puede variar de una región a otra. En términos de huella hídrica, la producción de una hamburguesa de 150 gramos de carne de vacuno requiere 2.350 litros de agua, mientras que una hamburguesa comparable a base de soja sólo necesita unos 158 litros. 9Ercin, A. E., M. M. Aldaya & A. Y. Hoekstra (2012): The water footprint of soy milk and soy burger and equivalent animal products. Ecological Indicators 18 392–402. doi:10.1016/j.ecolind.2011.12.009 El agua incorporada en 1 kg de carne de vacuno es la combinación del agua utilizada para cultivar el pienso, el agua que necesita beber una vaca y el agua necesaria para limpiar los establos.

Si vamos más allá, a nivel individual, se podría reducir la huella hídrica entre un 25 y un 55 % pasando a una dieta más vegetal. 10Harris, F., C. Moss, E. J. M. Joy, et al. (2019): The Water Footprint of Diets: A Global Systematic Review and Meta-analysis. Advances in Nutrition doi:10.1093/advances/nmz091 11Vanham, D., S. Comero, B. M. Gawlik, et al. (2018): The water footprint of different diets within European sub-national geographical entities. Nature Sustainability 1(9), 518–525. doi:10.1038/s41893-018-0133-x Esto podría representar una reducción total de entre 1.200 y 2.000 litros de agua al día.12A.Y. Hoekstra (2015): The Water Footprint: The Relation Between Human Consumption and Water Use. The Water We Eat, Springer Water, pp 35-48 13Vanham, D., S. Comero, B. M. Gawlik, et al. (2018): The water footprint of different diets within European sub-national geographical entities. Nature Sustainability 1(9), 518–525. doi:10.1038/s41893-018-0133-x En términos de agua dulce, también podría haber una reducción significativa 14Vanham, D., S. Comero, B. M. Gawlik, et al. (2018): The water footprint of different diets within European sub-national geographical entities. Nature Sustainability 1(9), 518–525. doi:10.1038/s41893-018-0133-x – sin embargo, esto depende de lo que se coma y de dónde se haya producido. 15Harris, F., C. Moss, E. J. M. Joy, et al. (2019): The Water Footprint of Diets: A Global Systematic Review and Meta-analysis. Advances in Nutrition doi:10.1093/advances/nmz091

Uso de la tierra

Aproximadamente la mitad de la superficie habitable del mundo se destina a la agricultura.16Hannah R. and M. Roser (2013): Land Use. OurWorldInData.org. Available at: https://ourworldindata.org/land-use [02.12.2020] De ella, el 80 % se utiliza para la producción de productos de origen animal (que también contribuye hasta el 60 % de las emisiones alimentarias), aunque sólo aportan alrededor del 18 % de nuestras calorías.17Poore, J. & T. Nemecek (2018): Reducing food’s environmental impacts through producers and consumers. Science 360(6392), 987–992. doi:10.1126/science.aaq0216 La mayor parte de esta tierra se utiliza como pasto, mientras que el resto, que comprende grandes áreas de cultivo que podrían utilizarse para producir cultivos para el consumo humano directo, se utiliza para cultivar piensos. Según la FAO, alrededor de un tercio de la tierra cultivada en el mundo se destina a cultivos forrajeros18Steinfeld, H., P. Gerber, T. D. Wassenaar, et al. (2006): Livestock’s long shadow: environmental issues and options. Food and Agriculture Organization of the United Nations, Rome y, aunque esta media mundial ya es muy alta, los países con una elevada proporción de proteínas animales en su dieta utilizan aún más tierra cultivada. Por ejemplo, más del 50 % de la tierra cultivada en Alemania se destina a la producción de cultivos para piensos. Además, Alemania “importa” enormes cantidades de tierra, el doble de la superficie utilizada para la producción nacional de cultivos. En total, dos tercios de la superficie cultivada en Alemania se destinan a la producción ganadera. 19Umwelt Bundesamt (2017): Quantifying the land footprint of Germany and the EU using a hybrid accounting model. Dessau-Roßlau.

Emisiones directas: metano y óxido nitroso procedentes de la ganadería

Si bien el dióxido de carbono es el gas de efecto invernadero más conocido, responsable de un 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la agricultura animal,20Gerber, P. et al. (2013): Tackling climate change through livestock: a global assessment of emissions and mitigation opportunities. FAO, Rome. p. 15 el metano es 28 veces más dañino por su potencial contribución al calentamiento global y el óxido nitroso es 265 veces más potente.21Myhre, G., D. Shindell, F.-M. Bréon, et al. (2013): Anthropogenic and Natural Radiative Forcing. In: Climate Change 2013: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [Stocker, T.F., D. Qin, G.-K. Plattner, M. Tignor, S.K. Allen, J. Boschung, A. Nauels, Y. Xia, V. Bex and P.M. Midgley (eds.)]. Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA. La principal fuente del metano es el ganado, que, como todos los rumiantes (vacas, ovejas y cabras), produce este gas durante la digestión y es responsable de un 44 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero producidas por la ganadería.22Gerber, P. et al. (2013): Tackling climate change through livestock: a global assessment of emissions and mitigation opportunities. FAO, Rome. p.15 Por otro lado, el óxido nitroso se libera cuando el estiércol se usa como fertilizante, ya sea compostado o procesado. Es especialmente arriesgado si se usa más nitrógeno del que la vegetación puede absorber. Alrededor del 29 % de las emisiones de la industria cárnica son en forma de óxido nitroso. 23Gerber, P. et al. (2013): Tackling climate change through livestock: a global assessment of emissions and mitigation opportunities. FAO, Rome. p. 15 Los altos niveles de producción de carne y lácteos indican que la ganadería supone la mayor parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la industria; en concreto, un 65 %.24Gerber, P. et al. (2013): Tackling climate change through livestock: a global assessment of emissions and mitigation opportunities. FAO, Rome. p. 15 Las emisiones continúan aumentando, ya que la producción de carne y lácteos es cada vez mayor.

Efectos indirectos: el cambio en el uso de la tierra favorece el cambio climático

Los bosques y otras zonas silvestres mitigan los efectos del cambio climático al actuar como enormes sumideros de carbono en los que este se absorbe de la atmósfera y se aísla bajo tierra. Pero, además de ser una fuente importante de emisiones, la ganadería agrava el cambio climático a medida que se dejan desiertas importantes áreas de bosque, pastos y humedales para pastoreo y el cultivo de alimentos para el ganado.

GANADERÍA INTENSIVA: LA PERSPECTIVA DE LOS GANADEROS

El informe “Amplifying Farmers’ Voices” de ProVeg International tiene como objetivo dar voz a agricultores y ganaderos, y potenciar las soluciones que proponen frente al cambio climático.

La deforestación tiene importantes consecuencias para el medioambiente

Conocida como “el pulmón de la Tierra”, la selva amazónica es crucial para regular el clima mundial y los ciclos meteorológicos. No obstante, un abrumador 20 % ya ha sido destruido y un área igual de grande se enfrenta a la misma amenaza.25BBC (2005): Amazon destruction accelerating. Available at http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/4561189.stm [03.03.2018] Si no se frena la destrucción de la selva del Amazonas, llegaremos a un punto de no retorno que podría llevar al colapso total de este ecosistema con graves consecuencias para el clima mundial.26Lovejoy, T. E. & C. Nobre (2018): Amazon Tipping Point. Science Advances. 4, p.2340

Los bosques, los humedales y los pastos desempeñan funciones básicas para el clima local y el suministro de agua. Su destrucción y transformación a tierra de cultivo se encuentra entre las principales causas de la emisión de dióxido de carbono.27IPCC (2007): Climate Change 2007: Synthesis Report. Contribution of Working Groups I, II and III to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [Core Writing Team, Pachauri, R.K and Reisinger, A. (eds.)]. IPCC, Geneva, Switzerland Además, la consiguiente destrucción del hábitat pone en peligro la vida de plantas y animales y agrava la presión sobre la biodiversidad y los ecosistemas.

Así pues, la ganadería tiene un efecto doblemente dañino en el clima: no solo produce grandes cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero perjudiciales, sino que también destruye los sistemas de defensa natural de la Tierra.

CÓMO LA GANADERÍA DESTRUYE LOS BOSQUES

Una de las principales causas de la deforestación a nivel mundial es la ganadería, por ello, una medida que podemos tomar para frenar esta destrucción es adoptar una alimentación vegetal.

La pérdida de tierra fértil reduce la cosecha

Además, las capas fértiles superiores como el humus y la turba, que son ricas en materia orgánica, pueden erosionarse debido a la deforestación, el drenaje de humedales y el uso insostenible del suelo. Estos recursos naturales de valor incalculable no se pueden recuperar. La maquinaria agrícola, la fertilización excesiva, los agentes tóxicos y los monocultivos agotan el suelo y dejan suelta la tierra, que, más tarde, arrastra la lluvia y el viento. El suelo pobre da lugar a cosechas débiles que a su vez requieren el cultivo de superficies agrícolas cada vez mayores. La tierra también actúa como un sumidero enorme de carbono y contiene más cantidad de este gas que toda la atmósfera o toda la vegetación del planeta.28Gobin, A., P. Campling et al. (2011): Soil organic matter management across the EU – best practices, constraints and trade-offs, Final Report for the European Commission’s DG Environment, September 2011. 29Heinrich-Böll-Stiftung, Institute for Advanced Sustainability Studies, and Bund für Umwelt- und Naturschutz Deutschland (2015): Bodenatlas 2015: Daten und Fakten über Acker, Land und Erde. La destrucción de la capa superior del suelo agrava aún más el problema del calentamiento global.

Nuestras decisiones alimentarias determinan nuestro impacto medioambiental

El aumento de los salarios y la urbanización en los países en desarrollo está llevando a un aumento del consumo de carne animal. Este cambio demográfico es la causa de un cambio alimentario mundial en el que las dietas tradicionales con productos menos procesados y más vegetales se sustituyen por otras con grandes cantidades de azúcar y grasas refinadas y productos de origen animal. Si el consumo de carne y otros productos derivados continúa creciendo al mismo ritmo, las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial que produce la ganadería industrial aumentarán un 80 % en 2050,30University of Cambridge (2014): Changing global diets is vital to reducing climate change. Online unter: http://www.cam.ac.uk/research/news/changing-global-diets-is-vital-to-reducing-climate-change [20.06.2018] 31Tilman, D. & M. Clark (2014): Global diets link environmental sustainability and human health. Nature 515, p.518–522 por lo que los objetivos del Acuerdo de París sobre el clima serán poco realistas. Por lo tanto, reducir el consumo de productos animales es un paso fundamental para alcanzar el objetivo de los 2 °C.32Brent Kim et al. (2015): The Importance of Reducing Animal Product Consumption and Wasted Food in Mitigating Catastrophic Climate Change. John Hopkins Center for a Livable Future 33Hedenus, F., S. Wirsenius & D. J. A. Johansson (2014): The importance of reduced meat and dairy consumption for meeting stringent climate change targets. Climatic Change. 124, p.79–91

Aunque el consumo de productos de origen animal tiene un papel importante en el cambio climático, hay poca conciencia sobre la relación entre la alimentación y la crisis climática actual. Es fundamental reconocer el impacto de los alimentos sobre el clima para tomar decisiones respetuosas con planeta y los seres que lo habitamos.

¿QUÉ TIENE QUE VER LA ALIMENTACIÓN CON LA CRISIS CLIMÁTICA?

Reflexionamos sobre cómo estamos sufriendo el planeta y las personas que habitamos en él, y cómo una de las soluciones pasa por la conciencia alimentaria.

Una alimentación vegetal es respetuosa con el clima

Existen indicios claros de que una alimentación rica en productos vegetales y baja en productos de origen animal es menos perjudicial para el clima. Ten en cuenta que, por ejemplo, dependiendo de varios factores, la producción de un kilo de carne emite entre 10 y 30 kilos de dióxido de carbono a la atmósfera,34Lesschen, J P., M. van der Berg et al. (2011): Greenhouse gas emission profiles of European livestock sectors. Animal Feed Science and Technology, pp. 166-167 and pp. 16-28. 35Garnett, T. (2009): Livestock-related greenhouse gas emissions: Impacts and options for policy makers. Environmental Science and Policy 12, pp. 491–504. 36Carlsson-Kanyama, A., & A. D. González (2009): Potential contributions of food consumption patterns to climate change. The American Journal of Clinical Nutrition 2009; 89 (suppl), pp. 1704S-9S. 37Reinhardt, G., S. Gärtner, Münch, J. & S. Häfele (2009): Ökologische Optimierung regional erzeugter Lebensmittel: Energie- und Klimabilanzen, Heidelberg: IFEU. 38Venkat, K. (2012): The climate change and economic impacts of food waste in the United States, Portland, OR: CleanMetrics Corp.mientras que un kilo de tofu emite un kilo de dióxido de carbono.39Mejia, A. et al. (2017): Greenhouse Gas Emissions Generated by Tofu Production: A Case Study. Journal of Hunger & Environmental Nutrition Los estudios sugieren que la huella de carbono por persona relacionada con la alimentación podrían reducirse a la mitad eligiendo una alimentación vegetal,40Harwatt, H. et al. (2017): Substituting beans for beef as a contribution toward U.S. climate change targets. Climatic Change doi:10.1007/s10584-017-1969-1 Sustituir la carne por las alubias dejaría libre un 42 % de la superficie agrícola de Estados Unidos, cumpliría con el 75 % de los objetivos de Estados Unidos sobre el clima de 2020 y proporcionaría proteína alimentaria más que suficiente.41Wissenschaftlicher Beirat für Agrarpolitik, Ernährung und gesundheitlichen Verbraucherschutz & Wissenschaftlicher Beirat Waldpolitik beim BMEL (2016): Klimaschutz in der Land- und Forstwirtschaft sowie den nachgelagerten Bereichen Ernährung und Holzverwendung. 42Scarborough, P. et al. (2014): Dietary greenhouse gas emissions of meat-eaters, fish-eaters, vegetarians and vegans in the UK. Climatic Change 125, p.179–192 y que si todo el mundo adoptara una dieta vegana, las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial podrían reducirse hasta un 70 % para 2050.43Scarborough, P. et al. (2014): Dietary greenhouse gas emissions of meat-eaters, fish-eaters, vegetarians and vegans in the UK. Climatic Change 125, p.179–192 En consecuencia, si comparamos calorías, la carne, los lácteos y los alimentos de origen animal emiten mayores cantidades de gases de efecto invernadero y necesitan más superficie agrícola y otros recursos que los alimentos vegetales.

 

ProVeg participa en la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático (COP)

ProVeg tiene estatus de observador permanente de la ONU.

En la COP23 celebrada en Bonn, Alemania, ProVeg entregó una petición al secretario de Estado alemán Jochen Flasbarth en la que pedía que se incluyera la cuestión de la agricultura animal en la agenda y organizó un exitoso evento paralelo con importantes científicos como Marco Springmann de la Universidad de Oxford y Alon Shepon del Instituto de Ciencia Weizmann.

2018 fue un año importante en cuanto a política sobre el clima en el que ProVeg trabajó intensamente en este tema y persiguió el diálogo político de forma específica. En Alemania, se negociaba el primer paquete de medidas para dar forma al plan alemán sobre protección del clima en el que se incluían instrumentos concretos y, a nivel internacional, el año comenzaba con la conferencia intersesional, durante la que se negociaron y prepararon reglas generales y puntos concretos para la siguiente Conferencia sobre el Cambio Climático en Katowice, en Polonia (COP24).

En 2021 ProVeg estuvo presente en la COP26 de Glasgow. Y 2022 ha supuesto un punto de inflexión, ya que por primera vez la cumbre de la ONU ha dado importancia a la transformación de los sistemas alimentarios como parte de su conversación sobre la crisis climática. ProVeg estuvo presente en la COP27 de Egipto como parte del pabellón Food4Climate, y el equipo internacional fue parte de numerosas ruedas de prensa, conversaciones y charlas dentro de la cumbre.

Ser ProVeg es ser ProMedioambiente

ProVeg conciencia sobre los efectos de nuestras decisiones alimentarias en el cambio climático. Parte de nuestra actividad es conversar con los responsables políticos y las organizaciones representantes de la sociedad civil. Los políticos deben introducir y priorizar la cuestión de la producción y el consumo de alimentos y, en concreto, la ganadería, en la agenda sobre el cambio climático y en los políticas nacionales de implementación. Para que se nos escuche, nos asociamos con otras instituciones como, por ejemplo, la alianza alemana sobre el clima (Climate-Alliance Germany), una red de más de 100 organizaciones. Además, ProVeg negocia de forma activa y contribuye a las políticas nacionales sobre el cambio climático a través de procesos de participación pública.

Referencias[+]

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