Cristian, del blog La pasta no engorda, ha querido unirse a la Semana sin carne y hacer esta receta para celebrar, junto con toda la comunidad de ProVeg, el Día Mundial sin Carne. Os compartimos su mensaje:

“Aquí traigo un plato que aparentemente puede ser tradicional, pero en realidad estas lentejas son innovadoras y súper juveniles. Este plato no pretende imitar a la carne, pero tiene un contenido en proteínas bastante “tocho” que no te dejará indiferente. Supongo que ya sabrás hacer lentejas pero te voy a contar unos cuantos ingredientes extra que puedes poner para fliparlo y unos trucos para hacerte la vida más fácil y sabrosona. Empiezo:

Para hacer estas lentejas hiperproteicas para gente que va al gimnasio a las 9 de la noche y no le da pereza, necesitas de base 150 gr de lentejas y 50 gr de quinoa. Si tienes ambas cosas, empezamos bien. Si te parece que tiene pocas proteínas y te quedas con ganas, que sepas que además lleva 150 gr de tofu ahumado, que además de dar un sabor increíble, hará de este plato una bomba proteica repleta de aminoácidos.

En mi caso no me gustan los trozacos grandes de verduras entre las lentejas, soy más de trozos muy pequeños, pero da bastante pereza picarlos a mano. Un truco para vagas y optimistas es meter las verduras en la thermomix, velocidad 4 durante unos segundos. Esto te ahorra tener que ponerte a partir, pero si a tí te gustan grandes, puedes ponerlos como quieras. Yo le puse: dos puerros, dos zanahorias gordas, una patata, tomate batido, un trozo de jengibre del amor rayado y una cebolla bien grande (si es morada quedarán más bonitas pero yo no tenía). 

Un truco para que queden mucho mejor, es poner primero las verduras en la olla, en este caso, olla express que vayas a utilizar. Al utilizar este tipo de olla, además de cocinarse antes, quedan mucho más sabrosas. Hay quien le da miedo por si explota su casa, pero en el momento que la controlas no tienes por qué temer.

Para empezar, quita la tapa de la olla (si es que la tiene puesta) y sofríe las verduras con paciencia y cariño. Sofreír, por si no lo sabes, es poner un poco de aceite, verduras, un poco de sal, fuego bajo y darle unas vueltecitas hasta que te canses o estén blanditas. Cuando te parezca que están bien, echas un tomate rayado o dos. En mi caso utilizo conservas que hago en verano como si fuera a acabarse el mundo y no fuera a haber tomates nunca más. Los tomates de invierno no molan nada, son una estafa. Y supongo que te habrás dado cuenta de que el único parecido que tienen con el tomate de verano es el color, y muchas veces ni eso.

El siguiente paso es lavar mucho mucho la quinoa y las lentejas, ponlas juntas en un colador súper fino y lo demás seguro que ya sabes cómo funciona. Cuando estén limpias y relucientes las pones en la olla con lo demás, añades el tofu ahumado cortado en trocitos, echas un montón de pimentón y ajo en polvo, aceite de oliva y bastante agua. Piensa que si las lentejas absorben agua, con la quinoa puedes flipar, no tengas miedo a quedarte corta.

Una vez hecho esto, esperas a que hierva y cuando empieces a salivar pones la tapa de la olla express, esperas a que suba el pitorro y bajas el fuego al mínimo y lo dejas así durante 20 minutos mientras te pones a hacer algo que te guste, si estás viendo alguna serie de capítulos cortos te da tiempo.

Cuando pase el tiempo o no puedas más, separa la olla del fuego y espera a que el pitorro baje. Esto tarda bastante por lo que puedes ir poniéndote otro capitulo mientras esperas. También puedes cotillear mi cuenta de Instagram para ir salivando.

Espero que te gusten muchísimo estas lentejas, que las disfrutes y no pienses que sin tocino no es lo mismo. ¡Que están buenísimas!”