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Europa rechaza la “censura a los lácteos vegetales” en una histórica batalla por la sostenibilidad

25 mayo 2021

El Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea han rechazado la enmienda 171, una regulación alimentaria que atentaba contra el medio ambiente y denunciada por casi medio millón de consumidores/as como un ataque a la sostenibilidad a través una petición iniciada por ProVeg International

A ProVeg se unieron destacadas ONG, como Greenpeace y WWF, así como la activista Greta Thunberg y empresas del sector plant-based como Upfield, Oatly, Nestlé y Alpro en una batalla histórica por la sostenibilidad para evitar la “censura a las alternativas vegetales a los lácteos”.  

La decisión de la UE refleja el consenso científico, respaldado públicamente por el IPCC, la FAO, la OMS y la Comisión EAT-Lancet, cuyas recomendaciones son unánimes en cuanto a la urgente necesidad de avanzar hacia dietas basadas en plantas.

“Esta es una victoria del sentido común. Los/as ciudadanos/as, la industria y los/as expertos/as se habían pronunciado y la UE ha escuchado. Sería absurdo censurar los productos vegetales a la vez que se dice a los/as consumidores/as que elijan una alimentación más vegetal. Sería como censurar los coches eléctricos o el papel reciclado. Aplaudimos a la UE por su acierto bajo la inmensa presión de los intereses imprudentes que van contra el medio ambiente.” Jasmijn de Boo, vicepresidente de ProVeg International.

En un punto de inflexión crítico para las dietas saludables y sostenibles en Europa, la enmienda 171 -que pretendía imponer nuevas y severas restricciones a los productos vegetales, propuesta por la Comisión AGRI del Parlamento Europeo- ha sido retirada antes de los supertrílogos de la UE. El Pacto Verde Europeo y su hoja de ruta para la alimentación sostenible, la Estrategia “De la Granja a la Mesa”, representan las prioridades climáticas progresistas de Europa. Sin embargo, la enmienda 171 contradecía dichos principios, desperdiciando una gran oportunidad de beneficiarse de la transformación en curso de los sistemas alimentarios. 

“Existe un gran consenso entre las autoridades de alimentación, dietética y nutrición y organismos internacionales que defiende que, tanto por salud como por el medioambiente, nuestra dieta debe incluir cada vez más productos vegetales y menos animales”, ha declarado al respecto la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).

“Es una vergüenza que esta enmienda estuviera siquiera sobre la mesa en primer lugar. Ahora ya no podemos recuperar el valioso tiempo que se perdió tratando de encontrar un compromiso sobre esta enmienda sin sentido, pero podemos estar muy contentos de que finalmente hayan entrado en razón y decidido abandonarla. La industria  plant-based está desempeñando un papel vital en los ámbitos de la sostenibilidad medioambiental, la salud humana y el bienestar animal, y la UE debe apoyar su crecimiento, no detenerlo”, Francisco Guerreiro, eurodiputado.

El Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo de Ministros iniciaron el 21 de abril los trílogos, que abarcan temas de la Organización Común de Mercados de Productos Agrícolas (OCM). Las negociaciones relacionadas con la PAC y la OCM se iniciaron en noviembre de 2020, y la enmienda 171 se anunció poco después de un compromiso público de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % para 2030. La enmienda no fue sometida al proceso normal de escrutinio público a través de una evaluación de impacto o una consulta abierta, lo que provocó la protesta de los consumidores y del sector vegetal. El reglamento solo habría afectado al sector plant-based.

La enmienda, ampliamente condenada en los prolegómenos de la decisión, fue denunciada por un amplio y diverso grupo de interesados, entre ellos:

  • 430.000 consumidores/as a través de una petición pública lanzada por ProVeg, Upfield y Oatly y apoyada por otras 96 organizaciones.
  • 21 ONG, entre ellas WWF y Greenpeace, en una carta pública
  • Representantes de la industria láctea, incluido el director general de Berglandmilch, la mayor cooperativa láctea austriaca -con más de 11.000 miembros- en una declaración a los medios de comunicación.
  • CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios).
  • 34 Miembros del Parlamento Europeo firmaron una carta dirigida a la Presidencia Europea y a la Comisión Europea. 
  • La Asociación Europea de Consumidores (BEUC) escribió a los eurodiputados una carta para hacer campaña en contra de la enmienda el año pasado, ya que no veían ninguna justificación para introducir dicha legislación   
  • Un grupo multisectorial de 94 empresas y ONG en una carta pública 
  • La activista medioambiental Greta Thunberg también se ha pronunciado en contra
  • La Dra. Melanie Joy, cuyo vídeo pide a la Comisión Europea y a los Estados miembros que rechacen la enmienda 171 y pongan fin a la censura de la alimentación vegetal

Ahora, la UE se ha negado a respaldar una política anticompetitiva e imprudente desde el punto de vista medioambiental, que habría introducido una serie de nuevas restricciones a las alternativas vegetales a los lácteos -cuando ya es la categoría de alimentos más restringida de la UE-. 

“Como miembro fundador de la European Alliance for Plant-based Foods, la lucha contra la legislación anticompetitiva ha sido siempre una de nuestras prioridades. Durante los últimos meses, Upfield se ha opuesto con firmeza a la enmienda 171 y la decisión de hoy de rechazarla es una victoria para la industria de los alimentos plant-based y para todas las personas que firmaron la petición”, ha declarado la Dra. Jeanette Fielding, Chief Corporate Affairs and Communications Officer de Upfield. “Pero la batalla no está ganada. La justicia para los consumidores y consumidoras y para nuestro planeta solo se logrará cuando los alimentos vegetales reciban por ley un trato justo en comparación al de los productos animales.”

¿Qué habría implicado la aprobación de la enmienda 171?

En la práctica, la enmienda 171 habría prohibido lo siguiente:

  • Formatos de envases conocidos, como un cartón de leche vegetal o un bloque de margarina vegetal. 
  • Las representaciones visuales de los alimentos de origen vegetal si se puede considerar que “evocan” o “imitan” a los productos lácteos; por ejemplo, la imagen de un remolino de leche en un envase de bebida de avena.
  • Afirmaciones con base científica que comparen los alimentos de origen vegetal con los lácteos, por ejemplo, “la mitad de emisiones de carbono que la mantequilla láctea”, en todas las comunicaciones, incluidas las digitales y las redes sociales. 
  • Información esencial sobre alérgenos, como “no contiene leche”. 
  • Términos descriptivos útiles como “cremoso”, “mantecoso”, “utilizar como nata para cocinar” o “alternativa vegana al yogur”.

“Celebramos la decisión de rechazar la enmienda 171. Es esencial y urgente centrarse en eliminar los obstáculos legales que dificultan el cambio hacia un sistema alimentario sostenible, no en introducir otros nuevos. La ciencia demuestra lo importante que es hacer el cambio hacia dietas basadas en plantas para hacer frente al cambio climático y a los retos de la salud pública. Teniendo en cuenta que solo tenemos nueve años para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, todos debemos centrarnos en cómo podemos acelerar el cambio y facilitar a los consumidores la elección de opciones plant-based“, ha declarado Cecilia McAleavey, Director of Public Affairs and Sustainable eating de Oatly

“Europa ha hablado. La crisis climática es su máxima prioridad y no permitirá una política anticompetitiva y ambientalmente imprudente. La enmienda 171 habría sentado un peligroso precedente, pero Europa ha enviado un claro mensaje al resto del mundo y ha elegido el planeta por encima de la política”, comenta Jasmijn de Boo, vicepresidente de ProVeg International.

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